top of page
  • Foto del escritorMarta Parejo

Cuando pintar sobre papel no es suficiente.


Hola criatura. Bienvenido de nuevo.


Aunque este post no estaba programado ni mucho menos, he decidido aprovechar que me ha dado por ahí para escribirlo. ¿El tema? La pintura, como siempre.


Veréis. Yo empecé a pintar siendo un moco enano. Desde entonces, he ido robandole las libretas a tías y primas para hacer garabatos. Eso derivó en los libros del cole lleno de monigotes, y en los dibujos manga en el instituto. Me hice mayor, y aposté por el retrato, pero sentía que quería ampliar horizontes, así que me pasaba bastante tiempo en el Pinterest buscando ideas y sin hacer ninguna. Suele pasar más de lo que pensáis.


Cuando me propusieron pintar unas zapatillas lo tomé un poco a coña, pero pensé: Bah, vamos a probar, a ver como quedan. Así que este par de zapatillas que veis a continuación, fueron las primeras que pinté.



Sí, ese es el mismo par de zapatillas. Sí, las temáticas son demasiado dispares: a Van Gogh por un lado, y al Rey León por otro. Sí, no pega ni con cola, lo sé. Pero como eran de muestra, pues no pasa nada.


A ver, yo iba a meter una reflexión por algún lado acerca de pintar en cualquier soporte al que no se está acostumbrado... pero me voy por las ramas. El caso es que para mí, pintar sobre estas zapatillas de loneta fue todo un reto. Es un material rudo y basto, no se pueden hacer apenas detalles pequeños, hay que poner una capa de imprimación antes de pintar, tarda mucho en secarse... pero el resultado merece la pena. Me costó acostumbrarme a esta nueva superficie, porque estoy acostumbrada al papel y al digital (que el digital también fue una Odisea, pero eso es otra historia), pero con práctica se consigue.


Y eso se puede aplicar a cualquier cosa que queramos hacer. Todos hablan de salir de la zona de confort, y eso está bien, pero puede ser extresante. Así que quizás sea mejor aumentar tu zona de confort, y hacerla extensible a cosas que no te extresen mucho y te hagan desistir de dominarlas.


Así que ahí estamos, personalizando zapatillas. Tengo unas de unicornio esperando a barnizar, y otras de Tokyo Ghoul que van a ser la pera. Y como sé que una imagen es poco, os dejo aquí el vídeo que hice recientemente con algunos de los encargos de Navidad. Espero que os guste, y ya sabéis, para cualquier duda, escribidme.



Por cierto, las publicaciones en este blog aún son muy esporádicas, así que te invito a unirte a alguna de mis redes sociales, donde posteo más habitualmente.


Un saludo. ¡Nos vemos!



bottom of page